Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

II Corintios 2, 3-15

3 Y si os escribí aquello, fue para no entristecerme a mi ida, a causa de
los mismos que deberían procurarme alegría, convencido respecto de todos
vosotros de que mi alegría es la alegría de todos vosotros.


4 Efectivamente, os escribí en una gran aflicción y angustia de
corazón, con muchas lágrimas, no para entristeceros, sino para
que
conocierais el amor desbordante que sobre todo a vosotros os tengo.

5 Pues si alguien ha causado tristeza, no es a mí quien se la ha
causado; sino en cierto sentido - para no exagerar - a todos vosotros.

6 Bastante es para ese tal el castigo infligido por la comunidad,

7 por lo que es mejor, por el contrario, que le perdonéis y le animéis
no sea que se vea ése hundido en una excesiva tristeza.

8 Os suplico, pues, que reavivéis la caridad para con él.

9 Pues también os escribí con la intención de probaros y ver si vuestra
obediencia era perfecta.

10 Y a quien vosotros perdonéis, también yo le perdono. Pues lo que
yo perdoné - si algo he perdonado - fue por vosotros en presencia
de
Cristo,

11 para que no seamos engañados por Satanás, pues no ignoramos sus
propósitos.

12 Llegué, pues, a Tróada para predicar el Evangelio de Cristo, y aun
cuando se me había abierto una gran puerta en el Señor,

13 mi espíritu no tuvo punto de reposo, pues no encontré a mi
hermano Tito, y despidiéndome de ellos, salí para Macedonia.

14 ¡Gracias sean dadas a Dios, que nos lleva siempre en su triunfo, en
Cristo, y por nuestro medio difunde en todas partes el olor de su
conocimiento!

15 Pues nosotros somos para Dios el buen olor de Cristo entre los que
se salvan y entre los que se pierden: